Biophilia

Bjork Guðmundsdóttir debió de nacer coincidiendo con algún fenómeno inesperado, incuestionable pero increíble. Debió ser una niña supra-normal y una muchacha Caja de Pandora. Dríada, Nereida, ¿descendiente de las instigadoras de Numa Pompilio (puertas cerradas por favor)?

No sé si se la veía venir o se la veía volar. Yo no sé nada. No se ha expuesto al mundo su calidad de mesías ni sus concesiones omnipotentes como iluminada ¿Por qué permanece oculto su propósito en este planeta del que apenas queda ya nada? Debió ser encubierto al mundo por motivos de seguridad, por no destrozar los símbolos e intentando prevenir un influjo pandémico psicológico descontrolado, sería piedad. Yo no sé nada.

Para grabar su séptimo disco, tuvo diez pensamientos… Uno a uno fue amasando entre sueños y realidad. Entre nenúfares, enredaderas y aguavientos. Con diez diapasones, un arpa y una montaña de inspiración. La artista de vocación se fundió con su mundo genial. Único.

Uno a uno… formó pedazos perfectos. Catarsis y pasión. Movimiento. Circular, complejo. Vibraciones. El péndulo de Foucault, el efecto coriolis… Diana.

Luna creció en su interior nadando en un lago de liras, cítaras y laúdes. Y se auto compuso con voces de ninfas y de los ecos del bosque. Entre destellos y sonidos de agua. Reiterando en los reflejos en movimiento y los influjos de la noche. Sería luna nueva posiblemente…

Rayo apareció y se enfrentó al mundo con gamas, gradaciones y tonalidades eléctricas. El fuego del cielo se mostraba silencioso pero voraz. Con ganas, pero con pausa. La bobina de Tesla y los arpegios se atraparon mutuamente, anhelando milagros para una naturaleza triste y abandonada. Centellas, relámpagos fulminantes perfilaban el cielo y hacían temblar al lago despertando al gen romántico, haciéndolo dominante…

Cristalino por dogmático, fidedigno… Bajos sus pies cristales crecen. El núcleo de la tierra se manifiesta. Los planetas se han puesto de acuerdo, la materia nace, crece… Los ritmos electrónicos se han mezclado con la gamalesta, coito de gamelan y celesta. Un xilófono marciano nos ofrece la pista para conquistar a la ansiedad. Ritmo salvaje para calmar al movimiento interior. Galaxias cristalizando, se extienden como sus dedos…

Cosmogonía, llovió. La omnisciencia ecuménica, la verdadera devoción, El Dios de dioses inventados, soñados, comercializados: La percha para los trajes del universo. El coro de las estrellas, voces del vacío espacial, de la inmensidad, sosteniendo los cuerpos en movimiento, gravitaciones con trompas. Geometría musical de la galaxia sostenida por la voz que se esconde donde nadie escucha… Eclosionando un desconocido Big Bang en la distancia, acercándose irresoluto.

björk: cosmogony from Bah! on Vimeo.

Materia oscura, borrosa, hipotética desconocida de composición y fundamentos imposibles… demasiado lejos. Anisotropía incuestionable, depende de su dirección será una u otra por que el galimatías debe permanecer. Celesta otra vez, ni armonio, ni javanés… al final, donde nadie alcanza… (otra vez) Donde es imposible, llega ella con su voz triple y su vocación. Escalas y estroboscopia en el qué es qué.

Hueco y ADN, cadenas de ese eterno collar donde cada uno tiene su lugar. Ancestros que pre-cimientan en germen las otras formas que sustentan el ciclo sin fin. Respuestas en caída libre, los trozos del todo, cada pieza encaja porque las joyas siempre tienen su lugar, función, adaraja del porvenir y espantapájaros del error. La perfección entre sonidos de gótica necesaria y fantasmas de interior. Orfeón volátil de formas precisas y golpes, paradas, reinicios. El final del principio y después el principio del final.

Virus igual que el amor, no hay resistencia ante semejante obra de un universo soberano. Ante la Todopoderosa de todas las cosas se postra el amor. Calzando sigiloso e imperativo, avanzando sin señales ni stop. Oooooh, Oooooh… Encajando piezas diminutas, Oooooh, invadiendo el último rincón con la paciencia de regalo y la pretensión por seguridad. Instrumentación bañada de la indonesia más simbólica y amamantada del calor del suspiro, del amor…

Sacrificio

por piedad, por criar a la tierra, por citar a la galaxia sin tramos y artificios menoscabados debemos soltar…, dejar de amontonar esa sobriedad, tan discreta. Luces y colores, en espacios abiertos. Por sobrevivir a las cárceles de imposiciones y las vidas tóxicas, brazos atados, atrapamoscas… Libertar en el sacrificio la cadena de favores, para ver brillar en vena la desaparición de la asfixia y los inventados, los terrores. La naturaleza muere y los garantes afinan hinchados en ceremonia cual cólico miserere.

Núcleo común. Centrados en cercanías posibles antes del final, sobre el temblor del suelo, el baile tectónico y el vómito por extenuación, por las  fisuras, magma en ebullición. Tormenta eléctrica y fuego preventivo, lucha, defensa. Reacción, ruptura catástrofe de recompensa. Los medios justificados por un rotundo acabado y con creces ganado. Está aquí, ha llegado el valiente criminal. De Lejanías imposibles antes del final.

Solsticio, crepúsculo, estrellas en el firmamento colgadas del cielo de los enamorados. Contrapunto y gravedad. Somos soldados. Las miradas se congelan para rememorar el valor de la inmensidad, por demorar las tinieblas, la nada, el final de la unidad. Un pedazo más, un todo y un además cuando ya mañana en cierto modo, dejas de recibir cuando das. Ante el solsticio, se esconde asustado el equinoccio.

La estrella ha parido Biophilia, grande y perdurable. Se ha vestido de providencia y nos va a regalar aplicaciones, extrañezas a la carta y sensibilidad para salvar muchos años de aburrimiento real. Bostezo cual acido desoxirribonucleico. Ahora sé que los lanzamientos musicales que me habían hipnotizado, eran circunstancias pasajeras, visiones, lindezas perennes. Biophilia es un musical científico sublime, señero, insólito, individual por qué no tiene género ni tiempo. Indivisible por que solo se entiende como el universo. Íntimo, arriesgado, maravillosamente pausado con golpes maestros inicialmente incómodos por soberbia. Superior y masoca, penetrando con dolor, a la décima embestida solo puedes pedir más. Ojalá en lugar de diez pensamientos, hubiera tenido tantos más, para hacer un cedé doble. 

Ahora a rezar por que España sea elegida para su visita…, instrumentos nuevos, proyecciones post generacionales, luces, colorido e imaginación genuina, ruido y mucha clase. Caigo a sus pies. La Bjorkphilia existe.

(Dedicado a FRAN)